Durante la temporada de lluvias, el lecho salino del Salar de Etosha (Nabimia)
queda cubierto por una capa de agua que procede de un acuífero subterráneo.
Después, esta capa termina evaporándose y deja una marca de sedimentos. De
la misma manera, el lago Ontario de Titán podría
estar alimentado por un cauce subterráneo de hidrocarburos, que
en ocasiones se desborda inundando la depresión, para luego volver a secarse.
El equipo de científicos, de la Universidad de Nantes (Francia), llegó a estas conclusiones tras analizar las observaciones de la sonda Cassini, de la Agencia Espacial Europea (ESA). Los investigadores descubrieron una serie de surcos en el lecho del lago, en la orilla sur de la depresión, así como acumulaciones de sedimentos alrededor del mismo. "Llegamos a la conclusión de que el fondo del Lago Ontario había quedado al descubierto en esa zona", explica Thomas Cornet, uno de los autores.
Además de la Tierra, Titán es el otro único cuerpo del Sistema Solar capaz de mantener líquidos de forma estable en su superficie. Titán cuenta con su propio ciclo de hidrocarburos, basado en el intercambio de hidrógeno, carbono y nitrógeno entre su atmósfera, la superficie y el subsuelo, con muchas similitudes al ciclo del agua de nuestro planeta.
"Estos resultados destacan la importancia de los análisis comparativos en las ciencias planetarias: al identificar características geológicas familiares en otros cuerpos celestes, como en este caso en Titán, somos capaces de elaborar hipótesis sobre su formación", ha explicado Nicolas Altobelli, científico del proyecto Cassini-Huygens para la ESA.
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