lunes, 6 de febrero de 2012

Habría que proteger el sebadal de la zona de Granadilla


Los “sebadales” son bosques o praderas submarinas que se desarrollan sobre fondos arenosos y que se encuentran formados fundamentalmente, en el caso de Canarias, por una fanerógama marina llamada Cymodocea nodosa o, como se la conoce comúnmente como“seba”

Lo más interesante de esta especie protegida no es la planta en sí misma, sino el ecosistema que forma, de la misma manera que lo importante de un bosque no es un árbol aislado sino el ecosistema que da el conjunto de todos ellos.


Nadie duda, por ejemplo, de la necesidad de proteger en Canarias los bosques de Laurisilva, ya que los vemos, nos damos cuenta de que son valiosos. Pues bien, el equivalente al bosque de Laurisilva en el medio marino de Canarias es el sebadal, el problema radica en que no es visible y por tanto no se aprecia tan fácilmente su valor.


Entre las funciones que desempeñan los sebadales destaca su papel como zona de cría, alevinaje, alimentación y refugio de muchas especies, algunas de elevada importancia comercial y recreativa, o de especial interés de cara a su conservación como la conocida tortuga boba (caretta caretta). Este hecho configura este ecosistema marino como de vital importancia para las pesquerías artesanales, que dependen directamente de los recursos pesqueros producidos en la escasa plataforma continental canaria.

Como vemos, el sebadal cumple múltiples funciones que en principio no cabría esperar, lo que le confiere, no sólo una elevada importancia ecológica, sino también un valor económico de grandes dimensiones, por ejemplo para la industria turística que se desarrolla en torno a la playa de El Médano, y que podría verse directamente afectada por un retroceso de aporte de arena a la misma, o para el pescador artesanal que no pudiendo ir más lejos con su embarcación, depende de los recursos pesqueros próximos a la costa.

Además, el sebadal mejora la calidad de las aguas aumentando su transparencia y funciona como un “Bioindicador” de la calidad de las aguas de baño. Es decir, allí donde encontremos sebadales, tendremos la certeza de tener unas aguas limpias, aptas para el baño.

Por todo ello, los técnicos de medio ambiente del Gobierno de Canarias indican en su informe que no se encuentran motivos ambientales o ecológicos para descatalogar (del Catálogo de Especies Protegidas de Canarias) el sebadal de la zona de Granadilla, sino que por el contrario, todo apunta a la necesidad de tomar medidas eficaces para reforzar su protección como ecosistema clave para el buen estado de salud del medio marino de Canarias.


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